Ha pasado el verano y con ello casi 3 meses desde que volví a España de mi estancia de Erasmus. Ahora ya puedo escribir con mas perspectiva de mi estancia en Wroclaw (se pronuncia Brosuaf), ciudad de Polonia.
Decir que fue una buena experiencia es quedarme corto, pero tampoco voy a poner todo de color de rosa. Esta "edición" de becas Erasmus que nos ha tocado vivir ha cambiado en relación con la anterior. El gran cambio en la organización de Erasmus este año ha sido que el alumno era el encargado de buscarse el alojamiento, con todas las pegas que tiene eso en un país de lengua tan complicada como el polaco. El resto de la organización del Erasmus, mas o menos queda igual. Como ha sido el primer año en que Erasmus se hacia de esta "nueva" forma toda la organización parecía casi improvisada, ya sea por el poco tiempo de antelación con los que nos avisaron de los destinos finales para poder reservar los vuelos o como nuestros tutores Erasmus polacos nos desinformaban o el retraso de la llegada del dinero.
Pensareis que todos estos fallos de organización y falta de comunicación me harían cambiar de parecer si tuviera que pasar de nuevo por esta experiencia, pues NO; ni mas lejos de la realidad. Que habido errores, si; que se pueden mejorar cosas, si; pero para mi quedan muchas mas cosas positivas que todo lo que he contado anteriormente. Quizás haya tenido mas suerte que otros erasmus, pero la verdad,repetiríade nuevo.
¿Por que? Idioma, amistades, nuevo país, nueva ciudad, etc... En definitiva, por haber vivido una experiencia distinta a nuestro habitual día a día en nuestra querida España.
